Tú querías ser valiente
(Marzo de 2016)
Puedes sentirte orgullo, si quieres,
de hacer añicos un corazón de hierro,
que llevaba mucho tiempo poniéndose escudos, porque sabía que era mucho más fácil cargar con la armadura, que arrancarse una maldita tirita.
Estabas dispuesto a ser valiente.
Y conseguiste por suerte, o por desgracia
vivir un tiempo con un corazón inocente e inexperto, que estaba lleno de espacios en blanco, que nadie
nunca
se había atrevido a llenar.
Tú querías ser valiente pero yo lo fui más.
Acostumbrada a ser una cobarde,
ahogada por lo que quise decir y nunca (te) dije,
dejé que me rompieras,
(como hace el mar con las rocas),
ocasionando en mí
lo que los petardos en la noche de San Juan.
Acostumbrada a ser solo mía, estuve dispuesta a que no solo me dejaras huella,
sino a que me marcaras el alma,
haciéndola más tuya que de nadie.
Y fue contigo cuando aprendí que si prefieres el amor de alguien al amor propio estás jodido.
Y yo me jodí, por ti, claro.
Y me perdí. Me perdí en ti, y en mí. Pero más en mí.
Me perdí a mí; a mi sonrisa ( que te volvía loco), a mi risa ( porque era mejor oír la tuya) y a mis ganas ( que te las llevaste tú).
Te perdí a ti.
Aunque créeme que cuando lo hice,
( que sí, que dolió)
y te dejé ir,
me encontré a mí misma.
Y aprendí que, ( aunque me costara)
yo soy mejor SIN TI.