Apología al dolor
Te quiero
te quiero demasiado después de todo,
te sigo queriendo tanto…
cómo si nada hubiera pasado.
Y el pasado dolió
dolió y tú doliste
y mentiste y me dañaste
y joder, te quiero como si no me hubieras hecho daño, pero sabiendo
que el dolor lo arrastro desde que te conocí.
Que coincidí contigo y con 10.000 demonios más.
Demonios
que aparecieron al encontrarte
y al alejarme
al parte de dejarme, me dejaste las putas inseguridades que persisten
cada vez
que quiero liberarme de ti
y romper las cadenas que yo misma me puse,
por quedarme.
Quién quiere vendas en los ojos si las cadenas, duelen más.
A pesar del dolor, de ser el cuchillo más punzante y sangrante,
con mi corazón bombeante de amor y de miedos,
pero sobre todo de amor ciego.
Mi herida profunda,
la puta cicatriz más visible,
que aunque curada
acaricio cada noche antes de irme a dormir.
A pesar de las pesadillas y los remordimientos
te quiero,
de manera tan pura como cuando me ensañaste lo mejor de ti,
tu punto débil, los besos, los abrazos
y las caricias, que depende de como eran intimidantes.
Y antes,
te quería y te quiero aún
aún y sabiendo que eres quién sacó lo peor de mi,
y lo peor de ti.
Te quiero y me alejé
y me alejé queriéndote.
Me fui, nos fuimos
y al irme me encontré.
Y me di cuenta de todos los putos errores que cometí tratando de seguir ahí
para ti,
cuando, sin tí
descubrí,
mi mejor versión.
Me dediqué todo el tiempo que me robaste
y que te presté sin pensarlo más.
Me dolí, me dañé, me lloré y me enfadé
por todo,
por ti,
por mi…
pero sobre todo por mi.
Y sigo a día de hoy,
aunque trato de engañarme,
enfadándome por seguir queriéndote tan bien
y también por seguir pensando que en algún momento volverás,
aparecerás curado
sano
y me darás las gracias por todo.
Por ser lo que NO merecías pero tuviste,
por ser tu puto ángel de la guarda,
por que te rezo, te pienso
y deseo
que ojalá te dejes salvar del puto infierno
en el que yo me quemé y en el que tu te estás quemando.
Y sé que ya no sientes el miedo,
ya no ves lo tóxico que es el humo para tus pulmones
ni lo peligroso que es tener el fuego tan cerca.
Te quiero, y te quiero bien, y te quiero a salvo
y quiero sacarte de ahi.
Y me culpo por todo esto,
por querer rescatarte
por quererte a ti.
Por volver a lo que me intoxicó
por volver a ti.
por tratar de recuperar, lo que nunca tuve
por recuperarte.
Te quiero, y creo que te lo debo
porque tus heridas me hicieron ser quien soy
y hoy, por fin
puedo bajar al infierno si me da la gana
que soy yo quien controla las llamas.
Yo puedo salvarte,
sin hundirte,
sin pólvora,
sin balas…
un rescate sano
de un infierno dónde viví
y dónde casi muero…
de dónde salí y aprendí que si te queman las alas,
no puedes volar.
Y al salir,
entendí
que el calvario no es eterno
que el amor
el buen amor,
repara el veneno que creías sempiterno.
Y créeme que me quemo si quiero,
pero por mi, no por ti,
por salvarte
por hacerte un jaque mate y que estemos en paz,
para siempre.
Commentaires